La suprema Corte estadounidense tienea cinco magistrados conservadores. Una de las liberales fallece y la balanza está en manos de uno de los candidatos presidenciales. Vaya momento histórico.
La muerte de la magistrada Ruth Bader Ginsburg llega en el momento de mayor expectación para la política estadounidense, apenas a mes y medio de la elección presidencial donde uno de los candidatos, Donald Trump, tiene en sus manos el poder de decidir si rompe el trato moral pedido por su partido, el republicano, de no elegir a un juez de la Suprema Corte en tiempos electorales, y respetado por los demócratas, cuatro años atrás. Una decisión que perfilaría a ese tribunal hacia la derecha, si es que cumple con su amenaza. Escuchemos al maestro León Krauze